En las últimas horas, se conoció que grandes bonistas rechazaron la oferta presentada por el Gobierno argentino, que apuntaba a una quita del 62% sobre una deuda en dólares bajo ley extranjera de 69.000 millones de dólares.

A pesar del rechazo, los grandes acreedores tienen la fiel intención de continuar negociando y el Gobierno deberá llegar a un acuerdo para evitar el default.

 Uno de los primeros rechazos que se pudo conocer fue del Comité de Acreedores de Argentina, quien emitió un comunicado donde expresa que “ha revisado la propuesta hecha por Argentina” y “lamentablemente no pueden apoyarla (…)” Dicho comité, así como otros tenedores de bonos creen que la única vía posible de alcanzar una resolución para la sostenibilidad de la deuda argentina es mediante negociaciones basadas en la buena fe y la confianza mutúa, que dependen del oportuno intercambio de información económica, sustentada en políticas concretas y factibles”(…).

Asimismo, el grupo “ad hoc”, que está integrado por Ashmore, BlackRock, Fidelity y otros grandes fondos de inversión, rechazaron formalmente la oferta y alegando estar dispuestos a apoyar un plan que permita generar un “alivio en los pagos de la deuda que asciende a más de US$ 40.000 millones”.