El Gobierno Nacional, el Gobierno Porteño y la provincia llegaron a un acuerdo para endurecer la cuarentena que mantiene el país a partir de la semana que viene. El temor está en que los ciudadanos ya cansados, cumplan esta nueva fase con mayores controles.

El día lunes se reunieron el presidente, el Jefe de Gobierno y el gobernador bonaerense en la Quinta de Olivos. Si bien no hubo ningún anuncio, se pudo conocer que llegaron al consenso de restringir la medida de aislamiento mientras la curva de contagios siga en aumento.

El gobierno de Larreta está de acuerdo con el hecho de endurecer las medidas, pero fuentes cercanas al Jefe de Gobierno, informaron que pensaban hacerlo un poco más adelante porque confiaban en que la curva de contagiados seguiría en un promedio entre 600 y 700 casos por día.

El día lunes la Ciudad de Buenos Aires tuvo el récord de más de 1.000 casos y el pico de más de 2.000 casos en el área metropolitana, lo cual deja sin argumentos a la administración de Larreta para endurecer la cuarentena.

En estos términos, los tres funcionarios se verán las caras entre el jueves y viernes para así definir el retroceso de fase que en principio se había extendido hasta el 28 de junio.

A pesar de existir un acuerdo entre las administraciones para endurecer la cuarentena, existen todavía diferencias entre las distintas posturas. En el gobierno bonaerense son partidarios de cerrar todo, e incluso, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, propuso una “fase 0” sin transporte público en toda el área metropolitana. Por su parte, tanto en Ciudad como en Nación, creen que una cuarentena de este tipo sería difícil de aplicar.

Fuentes del gobierno porteño consideran que el incumplimiento de la cuarentena es el principal problema para volver a la fase 1 y por eso se habla de volver a la fase 2. Un funcionario cercano a Larreta destacó “En la fase 1 te multaban por caminar sin permiso y no se podía ir al super de a dos, cuesta imaginar ese escenario hoy”.