A pesar de la polémica, las autoridades argentinas confirmaron que la antena de observación espacial del Ejercito Popular de Liberación está funcionando.

Desde que empezó a construirse, la base espacial de origen chino ha generado fuerte polémicas. Ubicada en la cercanía de Bajada de Agrio, la base ha cosechado críticas tanto de la Unión Europea así como de Estados Unidos, quienes cuestionaron la presencia del estado chino en Argentina y un incipiente miedo de que esa base se convierta a futuro en una base militar del Ejército Popular de China.
El tratado, que fue firmado por Cristina Kirchner, actualmente está funcionando. Hace unos meses, con el fin de generar un equilibrio diplomático con Beijing, el presidente Alberto Fernández, profundizó el acuerdo. Así fue como lo confirmo para Infobae, el ministro de Ciencia y Tecnología Roberto Salvarezza, quien afirmó: “El acuerdo firmado entre Argentina y China en 2014, y refrendado por el Congreso en 2015, sigue vigente”.
Salvarezza, encargado de coordinar a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), declaró “no está previsto ningún cambio en el programa con respecto al año pasado ya que las actividades han seguido su curso de acuerdo a como se planificaron y en concordancia con los acuerdos firmados entre ambos países para el de la Estación”.
El acuerdo firmado entre China y la Argentina abarca la entrega de 200 hectáreas de la localidad Bajada del Agrio, una exención impositiva por 50 años y la explotación de una antena de avistaje lunar. Es Bajada del Agrio donde opera la agencia China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) que depende del Ejército Popular chino.
Distintos especialistas de Washington y la Unión Europea consideran que la antena podría interceptar satélites o intervenir en informaciones de otros países de forma imperceptible. Por su parte, el presidente Alberto Fernández no avala éstas teoría y , por el momento, tiene como objetivo dar continuidad a las relaciones con China.
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