Si bien la intención del presidente es evitar que las multitudes salgan a la calle, desde Casa Rosada permitieron una “movilización con distanciamiento” prevista para el 17 de octubre.
Ante las reiteradas peticiones por parte de gobernadores, intendentes y dirigentes sindicales y sociales, finalmente, Alberto Fernández dio el visto bueno para que el 17 de octubre, el Día de la Lealtad peronista, los partidarios abandonen la virtualidad y salgan a la calle.
Desde el gobierno adelantaron “Somos los que decimos que hay que quedarse en casa, por lo tanto, será una movilización con distanciamiento, tecnología y un gran despliegue en redes sociales”.
“De lo que se trata es de hacer algo distinto, que nos permita estar en la calle sin poner en peligro la salud, sacándonos las ganas de expresar el respaldo al Frente de Todos que está en el Gobierno y de un modo creativo y controlable, lo que no es posible de garantizar si movilizamos con todo”, explicaron en Casa Rosada.
Según mencionaron fuertes cercanas, la intención del presidente de realizar la movilización esta estrechamente vinculada con la propuesta de la CGT, que impulso “una celebración peronista” para el 17 de octubre pero mas moderada en términos epidemiológicos, es decir, sin marcha en las calles pero con un acto en el edificio cegetista de Azopardo 802.
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