“Casi el 70% de los internados por COVID-19 en terapia intensiva fallece”, la cifra fue confirmada por el jefe de Terapia Intensiva del Hospital Otamendi.
En una entrevista realizada por Tiempo Argentino, el jefe de Terapia Intensiva del Hospital Otamendi y miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Arnaldo Dubin, advirtió por el colapso del sistema sanitario actual en medio de la pandemia, las malas condiciones de trabajo, la fatiga y el estrés que sufre el personal de salud.
La mortalidad crece entre los pacientes ingresados a terapia intensiva, y su principal factor es porque las intubaciones por fuera de las terapias, suceden todos los días por falta de camas, esto implica que estos pacientes sufren un porcentaje más alto de mortalidad.
“Es la práctica más cotidiana y es la práctica más compleja de la terapia intensiva que se está haciendo en lugares que no son adecuados y con personal que tampoco tiene entrenamiento suficiente”, aseguró Dubin.
Además advirtió con preocupación que desde el Gobierno de la Ciudad solo hubo críticas ante las medidas tomadas por el Gobierno Nacional: “hablaron de Estado de sitio, judicializaron la emergencia sanitaria, dieron argumentos absurdos para no respetar el DNU, y luego ante la contundencia de los hechos, los mismos sectores negacionistas afortunadamente se pliegan a estas medidas”. Y reclamó que ante este escenario preocupante llegaron tarde y fueron insuficientes frente al inminente colapso que se venía advirtiendo semanas atrás.
Al respecto, el especialista señaló como nimiedad que se pusiera el eje de la discusión en la presencialidad en las escuelas en medio de todo este desastre epidemiológico, como si fuera más importante que la realidad de que miles de argentinos y argentinas mueren cada mes.
En ese sentido, concluyó y destacó la importancia de hacer respetar estas medidas, cumplirlas y hacerlas cumplir.
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